Así como la
mansa y persistente lluvia iba empapando la tierra, así tu Palabra, en la
Lectio que la hermana Dulce Hirata, nos ayudó a vivenciar, fue tocando nuestros
corazones, nos acarició con tu Amor y nos dispuso a Permanecer en Vos, dando
frutos de Santidad!
Qué lindo
poder entrar en el misterio de la vida de nuestras primeras hermanas...
dejarnos tocar por sus opciones radicales y su confianza en la Auxiliadora y su
profundo amor a Jesús! Ellas son la piedra fundamental sobre la que Jesús
siguió gestando su Sueño de Amor a los jóvenes en esta tierra americana...
Ellas permanecieron unidas a la Vid Verdadera: Jesús y nos ayudan a que en el
hoy de la historia permanezcamos unidas a Él.
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