“Hoy comenzamos el itinerario
misionero, propiamente dicho”, anunció con entusiasmo y vigor la hermana Lucía Dumrauf.
Continuando por la ruta del “Vayan y
anuncien”, el tiempo de oración, la Palabra de Dios, la lectura y
profundización del logo del PEM, las resonancias personales que este ejercicio
provocó, la exposición de la hermana Ana María Fernández sobre la historia del
PEM –sueño, nacimiento, y primeros pasos del recorrido-,las consideraciones
referentes al fundamento bíblico eclesial de la Misión, desarrollado por la
hermana Silvia Adriana Gómez (Cari) y la
riqueza de los encuentros mantenidos en el parque a lo largo del día, iluminaron
y comprometieron la jornada.
Cerrando la tarde, el padre Martín Dumrauf,
celebró la Eucaristía. Centró sus palabras en la misión como clave de evangelización y motivó visualizar a Dios
como misionero. “La esencia de Dios, sostuvo, es la misión, Dios es misionero,
salió de sí mismo -salió a misionar- a través de la Palabra, Jesucristo”. Con una propuesta de reflexión cerró la
homilía: si Dios es misionero ¿la iglesia, el instituto, cada una de nosotros puede dejar de serlo?
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