...junto
a Fagnano y Cagliero
El martes 17, en el salón de encuentros de la Casa María Auxiliadora
celebró la Eucaristía Monseñor Esteban Laxague, obispo de Viedma, “obispo
itinerante” según sus palabras de presentación.
Iniciar la Eucaristía con el “cayado” -comentó- signo del Buen Pastor
que apacienta, cuida y protege a sus ovejas invita a seguir sus pasos. Hoy también
nos invita a caminar y leer lo que otros
“antes” escribieron… , nos invita a sembrar y escribir otras cosas, para
los que están y vendrán… Estas y otras palabras desgrano monseñor en la
homilía. También agregó -haciendo memoria de sus correrías apostólicas- que la
solicitud de presencia de hermanas en los distintos lugares “es lo que la gente
más requiere.” ¿A qué se puede deber? Es como que Dios -refirió- pensó
“su casita” en ellas, las mujeres… La mujer siempre está, estando ella
se puede entrar, estar y compartir la
vida.
Después de un tiempo libre, la visita al
Museo, Casa Cagliero, Casa Carlota y las Cuevas ocupó el resto de la
mañana. La casa de Cagliero lleva este nombre porque fue sede de su labor
pastoral hasta que se trasladara a Viedma, hoy Sala de exposiciones del Museo.
Por la tarde las figuras de Monseñor Juan Cagliero y José Fagnano ubicadas en el contexto socio cultural del
lugar, nos adentran en la experiencia vivida por ellos y nos mueven a una confrontación
con nuestra propia vida e historia. Al
término de la tarde, lo leído y reflexionado fue compartido y motivó la oración
final.
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