Luego
de haber
vivido en Santiago la experiencia de la acogida, de haber sentido que la
Virgen del Cerro San Cristóbal nos esperaba con los brazos abiertos y sentir
dentro la sensación de su compañía llegamos a Punta Arenas.
Desde
la llegada un aire especial de acogida cercanía y cuidado de los más
insignificantes detalles en todo, nos han hecho sentirnos en casa. Nos hemos
preguntado: ¿Por qué en estas Comunidades Educativas expresan tan fuertemente
la presencia carismática de nuestras primeras hermanas? Es algo que calificamos de especial y
maravilloso. Nos queda en claro que la radicalidad de vida de Sor Ángela
Vállese está viva y presente en medio de estas Comunidades Educativas.
El
primer al llegar, recibimos la bienvenida de las abanderadas del Colegio, Centro
de Alumnas que acompañadas de la Hermana Directora y las autoridades del
Colegio nos hicieron sentirnos acogidas solemnemente en casa. Una celebración
en la capilla cuya primera piedra fue presenciada por la Madre Vallese, nos
ofreció la presencia de los miembros de la Familia Salesiana, padres y
alumnas se unieron en oración para
recordar la llegada a Punta Arenas de las primeras hermanas el 03 de Diciembre
de 1888. Fue emocionante escuchar la interpretación del “Ave pura Verginella”
interpretado por el coro del colegio, esta canción ofrecida a nuestras hermanas
a su llegada aquel lejano diciembre cantada en italiano que suscitó en ellas recordar su querido Mornés.
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La contextualización
histórica a cargo del profesor de Sergio Lausic Galsinovic situó al grupo en el
conocimiento cabal de la Patagonia
Austral en la época de la llegada de nuestras pioneras. Un saludo a Don
Bosco en la entrada de la ciudad
organizado por los centros de alumnas de las dos obras educativas, revivió lo
que ha significado en Punta Arenas la presencia de los salesianos y las Hijas
de María Auxiliadora. La presentación de los murales con la presencia de los
recursos de la zona y la representación de la llegada de las hermanas, nos han
dado una visión concreta de los recursos materiales de la región y la capacidad
de acogida a aquellos que llegaron para formar la naciente ciudad siempre
pujante y emprendedora. El recorrido por el museo de la Patagonia nos informó
eficientemente sobre los inicios de esta ciudad.
Por
la tarde, llegamos al lugar del desembarco de las misioneras y en silencio hemos pensado en su audacia y las
experiencias vividas por ellas dando siempre los primeros pasos sin detenerse.
Desde allí un recorrido por los lugares más importantes de la ciudad concluyeron el día dedicado a contextualizar y conocer el
lugar donde llegaron nuestras pioneras.
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