En el corazón de todas estaba grabada a fuego la promesa, la profecía, casi sonando a conjuro que Don Bosco les hiciera el día 5 de Agosto 1872:
“El Instituto tendrá gran prosperidad si se mantienen SENCILLAS, POBRES Y SACRIFICADAS”
Nos dedicamos largo tiempo a leer breves biografías de las primeras misioneras en tierra uruguaya. Mujeres hechas de fibra mornesina y mazzarelliana que se nos revelan con “pocas competencias” y desprovistas de muchas cosas pero dotadas de una “inquebrantable fe en el Señor a quien le han dado todo, de la frescura del amor fraterno que sostiene, de un fuerte sentido de familia que da fuerzas para superar todos los escollos”
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En la sección de materiales en español encontrarán las biografías de nuestras primeras misioneras...
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